miércoles, 19 de mayo de 2010

Venganza Ñoña

La venganza era una faja”. Montserrat Caballé.

“El día que preparé mi primera venganza, había conseguido reunir a todo el mundo. Doce personas a mi merced en una mesa de cuatro, sonriendo expectantes; 24 axilas empapadas cantando al son de esa música que pones cuando hace un calor pegajoso y sabes que algo va a ocurrir.
Fue desastrosa….Tuve que tirarla a la basura. No hay nada peor que una venganza sosa, o aguada. ¡O ñoña! Eso es peor que la traición. No sé. Puedes soportar un ‘le falta el toque’ o un….
-Si, le toc.
-La touche, vamos.
-Esa palabra no existe, pero es cierto que le falta.
-¿Le toc?
-No, la touche.
En fin. Todas las primeras veces son desastrosas y determinantes; a partir de ese momento pasas a ser, ‘el del arroz pegao’, ‘el del bofetón doble’, ‘el del tuve que limpiarme con un canto rodado’.’ O ‘el de venganza ñoña’. Y te marca, porque el miedo sigue ahí. Así que preparas una segunda venganza- se van a cagar. Llevas semanas planeando el acontecimiento, te sientes poseído y crees que va a ser definitivo, vas a cerrar esas bocas para siempre. Y no falta nadie, menos ‘el de la crema de cacahuete’, que aun se recupera de su … ‘crema de cacahuete’. Las botellas se vacían, al mismo ritmo que el agua de la cisterna, el ambiente es de hilaridad y tu venganza sigue intacta, ignorada. ¡Burlada! Con el último portazo de una noche de maldad reprimida, el espejo del salón te recrimina tu torpeza. Otro fracaso.
¡No puede ser tan difícil maldita sea! ¿Qué tiene la venganza de mi madre que no tenga la mía? No dormí bien aquella noche ni las 2 semanas siguientes.

- La gente de pueblo la elaboraba de otra forma.
-Conocían su esencia.
-El secreto se ha perdido…
- Y las que encuentras en Internet son insustanciales, frívolas.
- Son para garrulos…’Venganza Light’…¡Vamos hombre!

  Aquella última vez sólo vinieron Paco y Lola. Lola estaba amarillenta, los halos en sus axilas habían doblado de diámetro. Paco tenía marsupias por ojeras. Eso me alegró de una extraña manera. Porque - cósmicamente- significaba que mis mejores amigos, fieles y sacrificados, aun no habían recibido la venganza que merecían.
  Tras mi deliciosa venganza, unas copitas. El éxito flotaba en forma de silencio cálido. Los miembros de mis amigos colgaban lánguidamente fuera del sillón, inmóviles, dibujando idealmente mi felicidad. Y la suya, doy fe.De aquello sólo queda el recuerdo, pues mi venganza había alcanzado la perfección; nadie pudo refutarlo.
Por eso doy gracias a aquellos que amaban la venganza si artificios y que murieron por ella.Han hecho de mi lo que soy. Por ellos. Salud.”

“La venganza es un plato que se sirve frío,

pero en mi casa, va en caldito.”
Firmado: La cocinera de la historia.

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